En estos días raros, me he propuesto contaros poco a poco qué hay detrás de Bikefriendly. Cómo los conocí, quiénes son y qué historias les llevaron a dar un vuelco a sus vidas y a dedicarse por completo a una idea que muchos consideraron, al principio, algo peregrina: el fomento del cicloturismo, el diseño de viajes en bici y la especialización de alojamientos y territorios para acoger a ciclistas en busca de nuevos destinos que recorrer en bicicleta.
Este es el primer capítulo.
Todo empezó un día de Octubre de 2014, cuando Esteve Ripoll, director de la revista MountainBiker, me llamó y me dijo: “Alberto, prepara la maleta y la bici, nos vamos para Ordesa. Hay una gente que ha montado una ruta ciclista por allí y promete”.
Como tantas otras veces, hice la maleta y cargué la bici en el coche con el propósito de dirigirme a Huesca y escribir un nuevo artículo. Era uno más de tantos, pero con el tiempo descubrí que aquel artículo cambiaría una parte importante de mi vida. Como en el libro ‘El Hobbit, un viaje inesperado’ me dirigía hacia un territorio desconocido donde una montaña mística sería la protagonista. El Monte Perdido, cuyo nombre ya es bastante sugerente, nos esperaba.
Carlos, el gran anfitrión
Nada más llegar a Fiscal, nuestro punto de salida en aquella ocasión, mi compañero Esteve y yo nos encontramos con Carlos Avellana, uno de ‘los 4 de Bikefriendly‘. El sitio donde habíamos quedado era el hostal Río Ara, un sitio precioso donde el olor que venía de la cocina nos avisaba de que aquella noche íbamos a cenar muy bien. Tocaba preparar la bici, guardarla en el espacio Bikefriendly y disfrutar de la cena. Fuera hacía frío y estábamos cansados del viaje, por lo que estábamos deseando meternos en la cama para descansar calentitos. A las 8 de la mañana del día siguiente Carlos nos esperaba en el comedor para hacernos el briefing y explicarnos todos los detalles de la ruta. Él nos haría de guía y nos enseñaría todos los rincones de una zona que prometía que nos iba a encantar. Y no se equivocó. La ruta nos encantó, los parajes eran espectaculares y Carlos nos explicó todo tipo de detalles y curiosidades de la zona.
A pesar de no encontrar oro debajo de la montaña como en ‘El Hobbit’, si encontramos un tesoro. El trato que nos dispensó Carlos en aquel primer viaje hizo que aquella ruta nos pareciera diferente a todas las que habíamos hecho hasta la fecha y decidí volver al año siguiente con mis amigos. Si como decía Carlos, “en la empresa somos todos así”, habíamos descubierto una empresa con la que valía la pena repetir.
Al año siguiente volví con mis amigos y quedamos tan contentos que repetimos durante años todas las rutas que sacaban. Bikefriendly nos había enganchado como el anillo a Frodo y sus espacios Bikefriendly en los hoteles nos habían fascinado. Siendo una idea tan buena y tan necesaria, ¿cómo podía ser que a nadie se le hubiera ocurrido antes? Entender las necesidades del ciclista, incluso antes de que el mismo ciclista llegue a necesitar algo, es lo que entendió Bikefriendly desde el principio. Ya no queríamos ir en bicicleta a otro hotel que no fuera Bikefriendly.
Con el tiempo volví a ir con MountainBiker a escribir nuevos artículos. Cada nueva ruta Bikefriendly era un nuevo artículo y con el paso del tiempo fui conociendo quién había detrás de Bikefriendly. Cada vez sabía un poco más de ellos y, con los años, llegué a conocerlos personalmente. Sus historias, tan diferentes entre sí, tenían algo en común: la pasión por el trabajo y la superación. Estos valores, tan importantes como poco frecuentes, siguen intactos a día de hoy en la empresa y esa es la auténtica matriz de Bikefriendly.
Los 4 de Bikefriendly, piezas de un puzzle ciclista
Con ‘los 4 de Bikefriendly’, aunque parezca el nombre de un grupo pop, nos referimos a los 4 socios fundadores de la empresa. Carlos fue la primera persona que conocí y con él pasé mucho tiempo en mis primeros viajes, pero junto a él se encontraban Luis, Rut y Raúl. Cada uno de ellos tiene un carácter diferente y juega un papel fundamental en la empresa. Los cuatro forman un grupo sólido, muy unido y con características diferentes que se complementan perfectamente.
Si decimos que con Carlos pasamos los primeros kilómetros en Bikefriendly, de él recordamos su proximidad. En todos mis años viajando con la revista, poca gente he conocido que trate de una manera tan atenta a sus clientes. Carlos es todo atención, todo detalles, y hace que te sientas cómodo viajando y que todo sea perfecto. Nadie cómo él entiende al ciclista y sabe hacer que su estancia sea perfecta. Es el anfitrión ideal y su conocimiento de Huesca y de sus montañas hace que no te aburras nunca con él. Conoce los pueblos, historias y el folklore de la zona como un auténtico lugareño de más de 80 años.
Luis, la mente en la sombra
Luis, al que en los primeros viajes no conocimos, es la mente en la sombra. Luis es una computadora humana, la persona que gestiona y contabiliza todos los detalles de cada ruta y de cada cliente. No se le pasa un solo detalle y detecta fallos allí donde nadie los ha visto. Su capacidad de control de todos los procesos de la empresa es fascinante y es la persona que da luz verde o roja a muchos proyectos. Poner números a las ideas no es nada fácil y Luis lo hace a diario con inusitada facilidad.
Raúl, la máquina de ideas
Raúl es, probablemente, la cara más visible de la empresa. Raúl es todo ideas, todo oportunidades. Siempre tiene la mente despierta y siempre está pensando en nuevas “historias” donde meterse. Da igual si se trata de una nueva ruta, de un nuevo proyecto o de apuntarte a una Raid de 24 horas. Raúl es el que mantiene constantemente motivado al grupo y el que intermitentemente bombardea la empresa con nuevos proyectos e ideas locas. ¿Tienes un proyecto en la cabeza? Habla con Raúl que seguro que encuentra la manera de darle forma y tirarlo para adelante. Pero vigila, como te descuides y sin saber cómo, tendrás un dorsal colgado y estarás a punto de empezar una carrera de ultramaratón.
Rut, la sana cordura
Por suerte para Bikefriendly y para todos los que trabajan en ella, la empresa cuenta con Rut. Ella es la cordura, la persona que frena la euforia desatada tras una nueva idea que requiere de miles de horas de trabajo y que nadie ha pensado en que puede salir mal. Ella es quien cuida de la empresa, quien hace que todos estén cómodos trabajando y quien recuerda que la vida hay que disfrutarla. Trabajando, pero disfrutando. Si se juntan Carlos, Luis y Raúl seguro que sale una nueva idea loca, pero a la que llega a Rut los pone a todos en su sitio. Su buen gusto es otro de los detalles que caracteriza a Rut, pero eso es algo que sólo conocen los que han visitado las oficinas centrales de Bikefriendly.
Han pasado muchos años desde que conocí a Bikefriendly como redactor y puedo decir que, a día de hoy, formo parte de esta pequeña gran empresa. El trato humano, familiar y de amistad que noté como redactor en mis primeros artículos es el mismo que sigo notando a día de hoy en nuestro día a día. La empresa ha crecido mucho, trabajamos más gente y trabajamos por todo el país, pero lo importante, lo que me fascinó en aquel frío mes de octubre de 2014, sigue intacto. Esto es Bikefriendly, un grupo de amigos que disfruta mucho trabajando para ciclistas.
Alberto Roncero
Biker, redactor e hijo adoptivo de la familia Bikefriendly