Bicicleta, café y pasta fresca. El auténtico ‘dream team’ del cicloturista al alcance de la mano. En Barcelona, un local ha unido estos tres magníficos apartados y se ha convertido en uno de los lugares obligatorios para todos los amantes del ciclismo que visitan la Ciudad Condal. Te presentamos el Eroica Caffè Barcelona y te demostramos por qué debes pasarte en tu próxima visita a la capital catalana.
Eroica Caffè Barcelona, un sitio para el encuentro
No es un club, pero lo parece. Este bonito local es uno de los espacios de encuentro de amantes del ciclismo más importantes de toda Barcelona. Pero no está reservado para visitantes que lleguen sobre dos ruedas: el Eroica es un sitio ideal, también, para los amantes de la buena gastronomía a un precio razonable.
En un edificio nacido en el siglo XIX, en pleno centro de Barcelona, el Eroica Caffè respeta la tradición del pasado, apuesta por el presente y mira al futuro. Las mejores pizzas y la mejor pasta -hecho todo a mano y en el momento-, así como las cervezas artesanas y los helados propios se juntan en un local que recuerda a la Barcelona industrial de hace un par de siglos. Un espacio auténtico, que junta en su interior a gente de cualquier grupo social.
El nacimiento de un lugar único
Juntar un trozo de Italia, el cicloturismo y un local en Barcelona parece una apuesta arriesgada. “Estamos hablando de una enfermedad, que es ser emprendedor y no saber estar quieto”, comenta Miguel Santalices, uno de los fundadores del Eroica Caffè Barcelona. La otra fundadora del Eroica Caffè Barcelona es Graciela Nowenstein. Italiana y experta en la gastronomía de su país, es la encargada de hacer las maravillosas recetas de pasta que organizan el menú del establecimiento. No hay mejor forma de aportar un toque italiano que dejando al mando de los fuegos a una italiana. “Ir en bici también tiene algo de riesgo y por eso no dejamos de hacerlo. Por ello, aunque parezca arriesgado, me gustó entrar en este proyecto”, presume Miguel mientras narra el nacimiento del local.
El nombre, aparte de ser el de un movimiento ciclista, recuerda a una famosa ruta en la Toscana. Nacida a mediados de los noventa, este recorrido ciclista recupera la bicicleta de carretera para los senderos y caminos de gravilla. “Es un movimiento en memoria de los años 70, cuando los caminos eran malos pero nuestros abuelos iban por cualquier lugar con la bicicleta de carretera”, cuenta Miguel.
Se pusieron en contacto con Eroica e hicieron la propuesta: un lugar de encuentro para ciclistas en mitad de Barcelona. Un concepto claro y con garantías de éxito. “El nombre del local, el tipo de establecimiento y la forma de ser de la ciudad eran perfectos para un proyecto así”, señala Miguel, que siempre creyó que el Eroica Caffè podría ser una referencia en toda Europa.
Como en todos los establecimientos de cara al público, el último año ha sido duro. El Eroica Caffè Barcelona tuvo que adaptarse a las nuevas restricciones por la pandemia y sigue modificando su aforo y su forma de trabajar en función de las limitaciones sanitarias. Pese a los problemas, se han erigido, una vez más, como grandes innovadores: “Al principio nos costó un poco más, pero lo tuvimos claro: o nos agarrábamos a la piedra y nos quedábamos en el sitio, o seguíamos hacia delante. Hemos decidido avanzar”.
La vuelta de la actividad al Eroica Caffè Barcelona
En este establecimiento no han querido esperar más. Respetando las normas bajo las que vivimos en la actualidad, el Eroica Caffè ha vuelto a desarrollar sus tradicionales actividades. El jazz vuelve a sonar un día a la semana entre las paredes decoradas con maillots y bicicletas; varios días a la semana, los cicloturistas se agolpan en la puerta después de una buena etapa por los alrededores de Barcelona. La nueva normalidad ha llegado, a cuentagotas, al Eroica Caffè Barcelona.
Un local que, como cuenta Miguel, aspira a ser el sitio de encuentro de todos: amantes de la bici, aficionados al café, perseguidores de pasta italiana y cualquier tipo de persona tiene la puerta abierta. “La idea es ser como el casino del pueblo: que puedas ir con tus amigos, con tu pareja, con la familia entera, para estar solo o para encontrarte con alguien. Que siempre pase algo y que siempre lo pases bien”, cuenta Miguel, que se ríe al mencionar que, aunque no es obligatorio, el tema estrella de las conversaciones siempre es el ciclismo.
El mejor cicloturismo y la mejor pasta, en el Eroica Caffè Barcelona
Era obligatorio hablar con Miguel de su experiencia como ciclista con el Eroica Caffè Barcelona. Con varias rutas en su página web, la favorita de todos es la de Quatre Parcs. Una ruta larga, de 150 kilómetros y más de 2500 metros de desnivel, que atraviesa cuatro parques naturales diferentes y que vuelve al establecimiento en su final. La mejor manera de conocer Barcelona y sus alrededores sin bajarse de la bicicleta. Con modalidades algo más cortas, Miguel nos recomendó hacer la prueba maestra, para disfrutar de su esplendor.
Para terminar, era inevitable hablar de comida. ¿Qué menú recomienda a un ciclista que se acerca por primera vez al Eroica Caffè Barcelona? “Pasta fresca. Los hidratos de carbono son lo mejor después de una ruta. Un plato de pasta artesana con un pesto de albahaca, la base de la tradición de la cocina italiana”. Después del almuerzo, Miguel lo tiene claro: “Un buen café. Nuestra máquina de café es una Faena. El primer dopaje legal de los ciclistas fue el café”.
Un lugar increíble en una ciudad maravillosa. Los mejores platos de pasta acompañados del mejor café. Varias rutas para conocer Barcelona y para comentar después de darle a los pedales. La próxima vez que te acerques a Cataluña tienes una cita ineludible con esta meca del cicloturismo: el Eroica Caffè Barcelona.
