Pedaleando por Girona, tierra de Dalí

Esta jornada nos lleva al corazón del Parque Natural del Cap de Creus, un terreno único y salvaje donde las montañas se encuentran con el mar Mediterráneo, ofreciendo un paisaje escarpado que desafía y encanta a los ciclistas. Desde el inicio en Roses, pedaleamos hacia el interior del parque, donde el viento, la luz y las formaciones rocosas moldeadas por el tiempo nos acompañan en cada curva. El terreno comienza a ganar en altitud, y sentirás el reto del recorrido mientras te diriges hacia Cadaqués, el pintoresco pueblo blanco que fue refugio y fuente de inspiración para Salvador Dalí.

Antes de llegar a Cadaqués, pasamos por algunas subidas moderadas que nos permitirán disfrutar de vistas espectaculares sobre el mar y la costa. Una vez en Cap de Creus, el punto más oriental de la península ibérica, la carretera se convierte en una travesía por un paisaje casi lunar. La ascensión hasta el faro de Cap de Creus no solo desafía con sus curvas y desnivel, sino que te recompensa con una vista inigualable del Mediterráneo, rodeado de rocas erosionadas por el viento.

De vuelta hacia Cadaqués, el camino nos permite relajarnos mientras bajamos suavemente hacia el puerto y disfrutamos de la calma de este famoso pueblo costero. Tras recorrer sus estrechas calles, la ruta continúa hacia Port de la Selva pero, en lugar de bordear la costa, tomamos una carretera interior que atraviesa un paisaje más agreste y montañoso. Este tramo es conocido por sus curvas y desniveles moderados, que ofrecen un reto interesante a los ciclistas. A medida que avanzamos, el terreno se vuelve más exigente, con subidas que nos permiten disfrutar de vistas panorámicas del Cap de Creus desde una perspectiva diferente. Este tramo aislado y tranquilo es ideal para concentrarse en el ritmo y en el entorno natural, lejos del bullicio costero.

Al llegar a Port de la Selva, un pintoresco pueblo de pescadores, nos encontramos con dos opciones: continuar hacia Llançà por un terreno más suave y rodador, ideal para los que prefieren una jornada más tranquila, o afrontar el exigente ascenso hacia el Monasterio de Sant Pere de Rodes. Este desafío, con sus 8 km y 520 m de desnivel, pondrá a prueba tu resistencia mientras subes por una carretera serpenteante que te llevará a este impresionante monumento histórico, desde donde se disfrutan de vistas espectaculares de toda la comarca y la costa.

Si eliges continuar hacia Llançà, la carretera se vuelve más fácil y ofrece un tramo rodador, ideal para relajarte y disfrutar del paisaje del Alt Empordà. A partir de aquí, la ruta continúa hacia Vilajuïga, famoso por sus aguas minerales, y luego hacia Palau-saverdera, en un recorrido suave y panorámico que nos llevará de vuelta a Roses.

Esta ruta circular es una excelente combinación de ascensos desafiantes, paisajes únicos y tramos rodadores, que te permitirá explorar la riqueza natural del Parque Natural del Cap de Creus y la historia del Alt Empordà en un solo día.